domingo, 21 de abril de 2013

Placer de vivir.


Exactamente camino hacia el segundo hoyo fue donde ocurrió todo. Una mañana de día domingo, clima como para no ser interrumpido.

Estaba solo, llegue muy temprano a practicar para el torneo de 'amor por la cristiandad', los demás hermanos debían aun estar en la iglesia. Fue mi primer tiro y la bola cayo entre los arbustos del área derecha.

Justo iba caminando y de la nada, sentía como caía al vacio... el cielo se alejaba de mí y la tierra me tragaba. Llegue al lugar menos esperado, calor y fuego por todos lados, festines a la romana, diversión explicita donde alcanzaba mi vista, hasta que alguien hablo atrás mío:

-¿Tu no deberías estar acá? no es el tiempo ni el lugar.
- ¿Quién eres tú? mas bien, si se quién eres...pero ¿Eres tú?
- El mismo, vivito y coleando...
- Dios mío! ¿Dónde estoy...!?
- No se dice esa palabra.... bueno, aunque todos la usan estando acá... Bienvenido al infierno, al parecer entraste por accidente, pero ya que estas aquí, déjame darte un pequeño tour.

 Solo veía gente disfrutando su vida eterna, entre mujeres, alcohol y vicios, sin problema alguno, contradiciendo todo como lo explican los versos de la biblia, pero al fondo se veía en una llena de fuego, gente sufriendo, llorando por el dolor que  causaron en su vida pasada.

-¿Por qué están ellos contentos? Pregunté por los mas cercanos.
- Si ganara un dólar cada vez que escucho eso, no están contentos...solo...siguen con sus vidas, por decirlo así. Mira querido amante de lo divino, hay dos tipos de gente que viene acá, los que les gusta la vida y los que no hicieron cosas buenas allá arriba en la tierra. De verdad no querrás saber ni ver de estos últimos, pagan hasta no mas dar!
- ¿Y en el cielo, que hay...?
- Prácticamente nada.
- ¿Cómo nada?
- A ver...te lo explico de esta manera, allá en el cielo, no hay cerveza, no hay sexo, ni fiestas... solo un centro de nubes donde caminas y piensas lo bueno que fuiste.
- Em.… aburrido ¿y ellos saben lo que hay acá?
- Claro que no! vendrían todos para acá arrepentidos de sus actos, paradójico, no? así que amigo, no le digas a nadie, no creo que quieras aburrirte toda tu vida, ni menos ser castigado en el otro sector de este lugar, ve, sube y solo se tu mismo.

Antes de poder preguntarle miles de interrogantes que tenia, sentí un tirón en mi camisa que me dejo acostado justo al lado de mi pelota de golf en el campo. Veía a los demás hermanos llegar, me arranque escondido de mi nuevo saber, solo con las ganas de vivir el presente sin preocupación alguna, sin fe ni miedo.

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