Siempre supe que ellos llegarían a tal situación; se aman, pero solo por el tiempo que llevan juntos. Anhelan mas el tiempo que sus propios corazones.
Mi Abuela nunca esta al tanto de las situaciones familiares, siempre le pintan el color de rosa; es mas, pienso que esta carta que debo entregarle tiene escritas ideas absurdas de como van las vidas de mis padres. De seguro dice que "celebraran su segunda luna de miel" o "regalonea y disfruta a tu nieto, ya que después de entrar a la universidad será difícil verlo, crecen rápido". Me dan ganas de leerla y cambiar las hojas por la verdad, explicarle a mi abuela querida que no todo resulto bien desde que yo nací, que solo estaban esperando mi graduación para continuar con sus vidas, para seguir cada uno su camino de manera independiente.
Mi madre esta distraída, se nota en las mañanas cuando unos días me trae desayuno a la cama con cereales infantiles y leche, y otros días me dice desde la propia cocina que yo mismo me prepare unas tostadas y jugo. Por otro lado mi padre solo quiere contarme de hombre a hombre la situación que esta viviendo, yo le cambio el tema con la pesca y mis cañas nuevas que probaré cuando llegue a Pasco. Los dos se necesitan; o mas bien, necesitan a un tercero para sentirse cómodos, apoyados, animados. En mi caso, solo quiero que estén felices, preocupados de ellos mismos, no de mi, ya tengo una vida universitaria programada y un trabajo de verano previo para ser autosustentable cada año académico que me depara.
Leo en el ómnibus "Casa de Muñecas" de Henrik Ibsen, pero no paro de mirar la carta, su olor a casa y al perfume favorito de mi madre me promueve a leerla y saber que mentiras dice. Vuelvo a la lectura y recuerdo a mi madre, dan ganas de apoyarla y decirle que ella no debe sentirse culpable. Solo son formas de vivir en la actualidad, la gente aun cree en la monogamia o que el primer amor es eterno y el único.
Abro la carta, leo y toda mi mente se me confunde, llegan recuerdos de navidad de años atrás, mi primer día de escuela hasta la entrega de diploma hace dos semanas atrás. Pienso que no debí abrirla, uno solo ve lo que quiere ver, mi abuela no creerá lo que acabo de leer. Miro por la ventana, estoy a dos horas del terminal principal y contemplo el río Columbia, los pinos que abrazan sus caudales, es el mas largo de la costa oeste, tan larga y resistente como la relación de mis padres. El paisaje me relaja,me anima a pensar la situación y saber como debo actuar después de que mi abuela lea tal verdad. Estoy orgulloso de que mi madre tome la iniciativa; tal como dice la carta, pase lo que pase en el viaje al norte, su vida cambiará y tomara un rumbo nuevo. Desde este viaje en adelante, si yo tuve la razón, ellos tendrán mi apoyo.
Richard.
Intertexto del cuento
"Si me necesita, llámame"
de Raymond Carver.