lunes, 19 de agosto de 2013

Se llama ella...

Y ya acabó, se respondió la gran pregunta que abarcaba desde que la conocí.

Ahora estamos hablando de las grandes ligas, cosas imposibles de pensar. Si Ud. caballero, la conociera de la manera que me tocó hacerlo, no creería el desenlace de cómo estamos ahora. Una amistad de confianza bajo perfil y así evadir problemas terciarios.

Pero no quiero hablar de eso (por ahora), solo quiero reírme de las situaciones más inesperadas de ella. Ver su ceño fruncido hasta en el día de su cumpleaños fue lo que más me motivó en indagar de su vida. Me dieron esas ganas estúpidas que tengo de alegrar a la gente, no me importó más del cómo la conocí, solo quería (y aun quiero) entender su anhelo por lo hippiento pero con mirada de periodista de universidad privada. Entre sus ideales, también destaca lo humanista que demuestra ser, cuando habla temas de aspecto social, me quedo analizando cómo gesticula, sus manos, sus ojos y su boca, quedo hipnotizado viendo cómo habla, solo me desorienta cuando alguna palabrota interrumpe sus pensamientos; algo muy típico de ella, con el tiempo te acostumbras.

Lo siguiente lo escribiré de la manera más subliminal posible....
Logrando descubrir por qué tiene esa actitud de ruda en cualquier mirada o comentario, me di cuenta que por dentro solo hay una persona de un carácter tierno, un ideal de caricias y abrazos que relajarían hasta el más duro y fuerte como un roble. Su verdadera persona no todos tendrán el gusto de conocer; lo que me considero un afortunado, sus abrazos generan calma, sus caricias relajo y sus regalos... son los más espontáneos.


Narcodependiente por culpa de la lactosa, mañosa, amante de los perros; de caminar nervioso, sonrisa que genera confianza, de un mirar que te analiza cuando presume con sus ojos y su corazón cerrado por malos amoríos de mentalidades juveniles. Podría seguir escribiendo sobre ella infinitos aspectos que; de verdad, encantan a cualquiera. Pero lo primordial acá es que me siento privilegiado en saber que por dentro de esa manera ruda de mostrarse, esta la mujer tan suave, tierna, regalona y cariñosa que no conocerán. Por eso es que nunca la voy a perder de vista, ella sabe que tiene siempre mis brazos abiertos para cualquier apoyo necesario....... obvio que, sin cursilerías ni frases de canciones.